lunes, 13 de diciembre de 2010

En el nombre del padre, hijo, espíritu santo y... ¿Tonantzin?

La pregunta de si algún día se acabarán las religiones en el planeta es normalmente respondida por ateos de alto perfil como Sam Harris o Christopher Hitchens con un tradicional "no". A muchos recién ateos les llama la atención porque les ha costado mucho esfuerzo divorciarse y desaprender todo lo que nos han metido en la cabeza con tantísimas técnicas de adoctrinamiento que es muy común pensar que un mundo sin religión  y escéptico sería deseable; y lo es. Sin embargo, y como veremos a continuación, es el individuo quien se separa de la religión o quien cuestiona lo que se le presenta como cierto y nunca las masas.

Mientras que es cierto que la religión ha ido perdiendo terreno también cabe mencionar que no es en todos los frentes ya que en muchos casos las personas que dejan la Iglesia Católica no lo hacen para convertirse en ateos, sino en cristianos, musulmanes o budistas por ejemplo. 

Cambiar de religión es algo muy personal y debe hacerse con calma si es que se toma en serio. Tratar de cambiar la religión de un pueblo entero de golpe y porrazo es prácticamente imposible como fue evidenciado por la iglesia católica cuando trataron de convertir a todos los indígenas al catolicismo. Intentaron matándolos, destruyendo sus ídolos y destruyendo todo tipo de monumentos y escultura que hiciera alusión a cualquier deidad que no fuera aceptada por la Iglesia. Con todo eso se dieron cuenta los curas españoles que podían obligar a los indígenas a permanecer dentro del templo e incluso a obligarlos a escuchar misa en latín pero eso nunca les haría tener en sus mentes o en su corazón la necesidad de "aceptar a Jesús como su salvador". De hecho, si consideramos la situación de esa época, ese tal Jesús era tan poco atractivo a los indígenas que no es difícil imaginar que lo pudieran ver como una idea perversa: Un hombre barbado que esta en el peor estado de su vida, golpeado, lacerado y torturado a punto de morir para finalmente ser humillado y crucificado por todo un pueblo. "¿Ese es su dios?" podría haber pensado escandalizado más de uno...

Es decir, los aztecas tenían dioses poderosos que servían a la guerra y la fertilidad que dominaban animales sagrados como serpientes y jaguares. Ellos también habían visto evidencia de lo efectivos que eran esos dioses una y mil veces en tantas batallas. Es más, por eso los aztecas eran el impero que habían llegado a ser y era un dios débil o muerto el que los tenia a sus pies.

Dice el dicho que uno puede llevar el caballo al río pero no puede obligarlo a beber de el.Y lo mismo comenzó a pasar con los indígenas. Podrían obligarlos a hincarse y a entrar al tempo; incluso podrían obligarlos a rezar en latín pero en sus casas ellos seguían adorando a su amada Tonantzin, madre del dios Huitzilopochtli y demás dioses de los cielos. Pronto fue evidente para los curas de esa época. "Los indígenas no creen en el único Dios". Sin embargo eso no iba a detenerlos pues la religión nunca queda corta en cuestión de recursos y artimañas para lograr lo que se proponen. 

Los curas descubrieron que habían lugares de culto para los indígenas en los cerros de México, en especial en el cerro del Tepeyac, como lo documentó fray Bernardino de Sahagún. En este monte, los indígenas tenían templos donde se hacían sacrificios especialmente dedicados a la diosa Tonantzin. Los indígenas venían de todas partes de lo que después sería México para pedir y dar gracias en lo que se conocía ya como "la fiesta de Tonantzin".( ¿Suena familiar?) Incluso, hoy en día muchas personas aun llaman Tonantzin a la virgen de Guadalupe.
No es difícil imaginar que si querían someter a los nativos a una nueva forma de doctrina había que echar mano de la mitología presente para sacar provecho. Un día un indígena llamado "Juan Diego" tuvo la visión de Tonantzin y la encomienda extraña de edificar una iglesia católica justo en ese monte llamado Tepeyac. 
-¿Raro, no? de pronto se aparece la diosa Tonantzin pidiendo cosas en favor de "los invasores españoles"

Los relatos de la aparición de Tonantzin en el Tepeyac, como muchas de las cosas del cristianismo, no comenzaron a ocurrir sino hasta 117 años más tarde. Convenientemente después de que la comprobación de la existencia del tal indígena Juan Diego fuera si quiera factible. Por si fuera poco existen similitudes impresionantes con la aparición de la virgen Santa María en las montañas de la sierra de Guadalupe en España por el año de 1322. Allá, también se le apareció en un peñasco a un pastor haciendo peticiones similares a las que le pedirían a Juan Diego en 1531.



Basílica de Guadalupe.
Hoy en día, los mexicanos aun adoran a la diosa Tonantzin. Y seamos completamente técnicos en la palabra "adoran". Los literalmente millones de guadalupanos que visitan a su virgencita literalmente no hacen distinción alguna entre ella y cualquier personalidad de la trinidad. O más aun, si hacen distinción, ya que la ponen muy por encima de la trinidad cada 12 de diciembre. Uno puede ver el andar de millones de personas, danzantes, enfermos, etc. Muchos cumpliendo sacrificios prometidos o a manera de intercambio por favores. Si eso no va en contra del primer mandamiento cristiano entonces no se que es. Es una forma de parte de la iglesia católica de hacerse de la vista gorda porque no pudieron contra una religión mucho más arraigada que ellos mismos. ¿Qué sería del catolicismo si el día de mañana Ratzinger prohibiera adorar a la virgen de Guadalupe?
Yo apostaría a que Tonantzin resurgiría de entre las cenizas como religión. Igual de absurda que todas.

La idiosincrásia mexicana aun necesita dioses sangrientos y sedientos de dolor y sufrimiento que los haga dignos de las migajas de bondad o simplemente ausencia de dolor. Y es muy común ver que los guadalupanos hagan sacrificios físicos, muy al estilo de los que debió de demandar Tonantzin antes de la conquista española. Hay gente que promete recibir latigazos si consiguen un nuevo empleo o que caminan varios kilómetros hincados amarrados a un automóvil con el freno puesto si se salva un familiar.( esto es literal mente cierto, no son exageraciones)

Pero seamos un poco críticos y vamos más allá del mito de la diosa Tonantzin o Virgen de Guadalupe. ¿Porqué los guadalupanos no ofrecen cosas realmente difíciles? Realmente tirar de un automóvil con el freno puesto es una hazaña de fuerza pero no es difícil en el sentido de que miles de personas lo comprueban año con año. Más aun, es algo completamente fútil pero si algo completamente digno de alardear. Cada guadalupano pareciera dedicar su esfuerzo real en hacer cosas superficialmente alardeables para poder presumir quién realmente quiere más a Tonantzin.
"¡Ja! ¿Tu te fuiste hincado hasta la basílica? ¡Yo me arrastré entre vidrios por 3 kilómetros!"

Sin embargo he aquí una verdadera lista de cosas más dificiles que caminar sobre vidrio por 3 kilómetros que podría hacer cualquier guadalupano como ofrendas:

  • Sacar una carrera de ingeniería química con muy buenas calificaciones.
  • Nunca más ofrecer o dar sobornos.
  • Organizarse en comunidades de vecinos en cooperativas para mantener la paz y el orden por micro sectores.
  • Obtener un doctorado o posgrado.
  • Pagarle la educación hasta la carrera a un niño de la calle.
  • Nunca más tirar basura en la calle y cuando uno vea basura hacer lo posible por moverla hasta el contenedor de basura más cercano.
  • Conseguir un mejor salario lícito 15% mejor cada año durante 10 años consecutivos.
  • Nunca más golpear a tu pareja y hacerle sentir que es la persona más increíble del planeta para ti.
  • Nunca más huir del país para buscar trabajo de ilegal y conseguir los 3 o 4 trabajos que se consiguen en E.U. pero aquí en México sin abandonar a su familia.
...Ahá. Poco a poco caminar hincado por 1Km comienza a sonar como razonable... Lo sabía.

Estimado guadalupano, tu madre resulta ser una sádica sanguinaria. ¿En serio esa es la mejor imagen que tienes de una madre? Acaso tu mamá te decía: Toma el rallador de queso y tállatelo en las rodillas con todas tus fuerzas por 1 hora y sólo así te compraré el auto de control remoto que me pides. O te decía: se que te sientes mal del estomago; si quieres que te de la medicina primero tienes que recibir 50 latigazos para que te dé un anti-ácido.
¿Qué hace tu virgen de Guadalupe con tus rodillas destrozadas, tus hijos insolados, tu espalda llagada?
Resulta ser esto otro perfecto caso de síndrome de Estocolmo. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario