jueves, 8 de diciembre de 2011

Les da uno la mano...

Es increíble lo fácil que se propaga un error de costumbre con sólo hacer una excepción a la regla. Hace poco escuchaba el podcast de Ask an Atheist donde mencionaban que México tenía a la religión católica como religión de estado. Pronto decidí contactarlos y de la manera más atenta y cordial me dispuse a corregir semejante error.
Es que, a decir verdad; no puede ser que se crea que mi México lindo y querido sea pensado como cualquier país en donde no saben distinguir las bondades de la separación de Iglesia y estado. No señor, aquí se hacen las cosas con completo conocimiento y apego a las reglas y la ley. Seamos honestos, con una Constitución Política que establece perfectamente las reglas de una correcta separación de religión y estado y, encima de todo eso, una ley creada específicamente para regular a las asociaciones religiosas y su registro, es muy dificil pensar que nuestros funcionarios públicos se les ocurra la mísera idea de gobernar de forma desigual, favoreciendo a solo algunos ciudadanos por encima del resto por la única razón de que comparten preferencias religiosas.
-Ajá...

Y ahí estaba yo, escribiendo orgullosamente mi texto de corrección para los amigos de Ask an Atheist. Sintiendo que cumplía la misión de informar a quien mal informado está. En la corrección, mencionaba que México no tiene una religión de estado y que incluso nuestra Carta Magna establece de forma muy clara un gobierno laico y más allá de eso, en perspectiva estamos en una posición envidiable por todos los Norteamericanos pues nuestra constitución bien menciona que la educación impartida por el estado no solamente debe ser 100% laica sino conducida específicamente por la ciencia; ley que desgraciadamente no figura aun dentro de la legislatura de Estados Unidos y que mucha falta les hace. Y ahí es donde terminan las florituras y vienen las disculpas obligadas por la honestidad que enmascara la vergüenza. Aunque nuestras leyes establezcan la laicidad de nuestro gobierno siempre está la mano negra de la religión y en particular la aparentemente interminable y retorcida mano peluda de la Iglesia Católica. Tenía que ser franco y aceptar que aunque ahí están las leyes también ahí esta la Iglesia, haciendo chasquear las rodillas de los legisladores que se atrevan a impulsar leyes que vayan en contra de los "cánones de la moralidad" que el "reino de los cielos ha destinado para nosotros los mexicanos".

Amenazas de excomunión disfrazadas de exortos por partes de los pseudo principes de la Iglesia fueron emitidos cual madruguete al discutir reformas legislativas como la despenalización del aborto o el matrimonio  para homosexuales. Esos curas y su moral de pirulí solo causan que me pregunte porqué no hacen público un exorto en los medios de comunicación en donde digan: "Aquél cura que oficie misa en mansiones de narcotraficantes o acepte favores de ellos será expulsado, excomulgado y puesto como cómplice y alcahuete de esas organizaciones y será entregado a las autoridades".

-Hey, nadie cobra aun por soñar...

Hay quien asegura que la religión solo cuando es llevada al extremo del fanatismo es dañina  pero que de otra forma resulta ser una fuerza importante que puede ayudar a motivar a la población o a sus seguidores a seguir adelante con su vida. Extrañamente quien expresa ese tipo de opiniones son, por lo general los mismos creyentes. Sin embargo quien se expresa de esa forma pasa por alto el hecho de que está equiparando, entonces, a la religión con un mal necesario. Existen numerosos ejemplos en nuestra historia que comprueban que la religión nos ha tenido y aun nos tiene con el pie en el cuello y sin embargo es la misma Iglesia la que sigue adormeciendonos con las mismas atrimañas de siempre.  Como si fuera realmente imposible extirpar lo dañino que es mantener un juicio selectivo e incongruente en el consciente colectivo de una nación y únicamente quedarnos con lo que si tiene uso de cualquier religión. Es decir, existen muchas mejores enseñanzas para la vida en miles de otros libros y creados por especialistas en la materia que los que se puedan intuir entre las telarañas de libros llenos de mitología y falsas esperanzas como la Biblia o el Corán.

Nuestra Carta Magna actual data desde 1917, fecha en la que se estableció esa clara separación entre religión y gobierno; leyes que tuvieron repercusiones mayúsculas en nuestra historia como nación y que costaron muchísima sangre y vidas humanas. La necesidad que tiene la gente de rezar es y ha sido más grande que la cordura que el país requiere para encontrar la paz. Y justo cuando la revolución mexicana estaba por asentarse y el orden comenzaba a regresar en algunas zonas del país. El pretexto de no estar de acuerdo con las leyes en la constitución fue suficiente para provocar otro levantamiento más en contra del gobierno de Plutarco Elías Calles y la sangre se derramó una vez más al sonido de batalla de "viva Cristo Rey" durante la guerra de los Cristeros.
Este levantamiento en armas por parte del pueblo terminó con la "suspención" legal del 130° artículo de nuestra constitución con el acuerdo de aplicar la ley "benévolamente" mientras se reconocía la jerarquía de la Iglesia como parte de la "personalidad jurídica" necesaria para poder legislar; cambios que no tuvieron lugar sino hasta el año de 1992. Durante todo ese tiempo se ha mantenido a la Iglesia católica detrás de la raya y poco a poco esa raya se ha ido moviendo a una velocidad tan lenta que pareciera estar completamente estática. No es sino hasta que uno voltea hacia atrás en el tiempo cuando ese avance es evidente.

Sin embargo pocos son los libros que mencionan que el presidente Obregón fue asesinado arteramente a manos de un católico que consideró que no debía negociarse con el gobierno. De hecho es sólo cuestión de ver cómo es que se ha ido recuperando la relación diplomática entre México y el Vaticano a lo largo del tiempo. Una forma de medir la cercanía es por medio del tipo de recibimiento que México le ha dado al Papa en turno cuando visita nuestras tierras. Durante el rompimiento diplomático entre México y el Vaticano el Papa dejó incluso de asistir a esta parte del mundo. Las visitas por parte del pontífice a nuestro país se hacían de forma sui-generis y no fue sino hasta 1992 aun dentro del periodo de Carol Voitila en el gobierno de Carlos Salinas de Gortari cambió el protocolo existente y ya fue el de manera personal a dar un recibimiento al Papa en calidad de mandatario del Vaticano. Ernesto Zedillo dio recibimiento a Juan Pablo segundo con una ceremonia de bienvenida con Banda de Guerra y salvas al aire; honor resevado exclusivamente para mandatarios especiales. Vicente Fox ya fue desmedido y fue directamente al vaticano a recibir su bendición y al ser un hombre divorciado tuvo que ocultar hipócritamente su segundo matrimonio y de hecho no extendió la invitación a Martha Saagún quien si hizo el viaje hasta allá; cosa que considero cobarde y misojina. Final mente está ya el colmo de Felipe Calderón donde va al Vaticano a pedirle a Joseph Ratzinger que nos hace mucha falta su presencia porque el narco nos está haciendo la vida de cuadritos.

Esto no es aplicar la ley benevolamente; esto es llanamente no aplicarla y olvidar la historia de sangre y sufrimiento que hay detrás. El problema no es que se restablezcan las relaciones diplomáticas con cualquier país, sino que a leguas se nota ese gran sometimiento a la autoridad de una nación que se considera soberana. No solo porque los gobernantes en turno se porten como verdaderos subditos de un tipejo que dice entenderse de "tu a tu" con el mismísimo creador del universo entero, sino porque durante la campaña de Vicente Fox para la presidencia de la nación se puso a ondear un estandarte que tenia la imagen de la virgen de Guadalupe lo que lo establece como una violación a la constitución de una manera flagrante y descarada. Hoy, estamos de nuevo ante las elecciones que tendrán fecha en Julio del 2012 y Andrés Manuel López Obrador ya tiene un movimiento MORENA que es una alución directa a la imagen de la Leyenda de la Virgen de Guadalupe y el mismo himno de su movimiento popular hace mención a la protección divina y que incluso ha mencionado que México debe regresar a ser un país más cristiano. Pronunciamientos que lo colocan directamente en la misma fila de personas que rompen la ley contenida en nuestra constitución política.

Porque los gobernantes de hoy destinan millones de pesos a restaurar la Basilica de Guadalupe con el pretexto del Turismo, millones de pesos para la construcción del santuaro de los mártires cristeros, millones de pesos en nacimientos que rompen records mundiales. Todo con el pretexto de aumentar el turismo religioso, pero se requiere tener una lobotomía para darse cuenta de que con ese mismo argumento entonces podrían hacer también el Ramadán más grande del continente y así invitar a todos nuestros hermanos musulmanes. O bien podríamos hacer la convención más grande del planeta sobre Dianetics y tener en México la sede mas grande de Scientologos que existe. Porque en lugar de millones de pesos dedicados a idolatrar historias de muertos y leyendas mitológicas podríamos dedicarlos a educar en ciencia, agricultura y economía a nuestra población con esos mismos millones.

Porque son los mismos curas los que saben dónde hay maleantes y ofrecen sus servicios a los criminales de manera equitativa a quien tanto daño le hace a la nación. Porque se minimiza el destierro de familias de una población porque no comparten la misma religión que el resto de los habitantes. Porque hoy en día aun tenemos curas que incitan a la violencia y que corra la sangre de la gente por un lado y por el otro niegan los derechos reproductivos a las mujeres, desinforman a la juventud con educación sexual falsa y arcaica y sobajan a los homosexuales por ser quienes son.

¿Acaso estamos condenandonos a repetir los errores de nuestro pasado que ha sido tan tortuoso?

Poco a poco son los mismos medios de comunicación quienes van y preguntan a los curas qué opinan sobre el curso que debe tomar el país en temas de leyes, orden público, moral, trabajo, política, salud pública, etc. Y son los mismos burócratas los que luego usan esos argumentos para defender los puntos que mueven al país.

La semana pasada pidieron a los padres de familia de la guardería a donde llevo a mi hijo que les consiguiéramos un globo para llevarlo al día siguiente. Y mientras que se me hizo peculiar la petición no dudé en presentar a mi hijo de a penas 19 meses de edad con un hermoso globo rojo, amarrado a una de las correas de su maleta. El globo se mecía con el aire que se provoca al abrir y cerrar la puerta de la recepción de la guardería, movimiento que cautivaba a mi hijo pues los globos son su fascinación. Mientras mi hijo es llevado de su manita por una de las maestras para dejarlo en su salón decidí preguntar a otros de los papás que hacían lo mismo que yo en el lugar.
-"Oiga, y usted sabe para qué les pidieron el globo?"
-"¿Acaso no es obvio?" -Respondió el padre de familia...
-"¡Es para mandar la carta de regalos al niño Dios!" ...continuó con una sonrisa que sugería remembranza de sus épocas de infancia e ilusión.

Simplemente sería yo un padre cruel al querer detener a mi hijo que se alejaba rumbo al salón mientras veía como se mueve su hermoso globo rojo. Y también me sentí cruel con el pues se que ese globo no será para el, para que lo disfrute hasta que pierda el volumen de helio suficiente para mantenerlo a flote. Será para que lo pierda y se frustre mientras se aleja de el rumbo a las nubes transportando una carta que el no escribió, con deseos que no son propios de el, a un remitente que no existe.
Seguro estoy de que mi hijo prefiere mil veces más ese globo rojo con el que dejarlo ir con un trozo de papel enrollado.

Sin embargo mi omisión esta hecha, he estirado la mano una vez más para que la religión avance un poco más y no puedo evitar sentir la otra mano que me tiene por los pies.