jueves, 16 de junio de 2011

Probabilidad y posibilidad

-"¡Hola niños! ¡Hola Torcuato!"
-Gritó la marioneta de ojos saltones y piel afelpada de color azul obscuro, primero saludando a la audiencia y luego a su compañero y patiño, quien también saltó al escenario provocando la sorpresa de los niños más pequeños en la audiencia.
-"¡Hoooola a todos y hola a ti también Timoteo!"
-Contestó Torcuato con demasiado entusiasmo, incluso para ser una marioneta para niños; sus ojos eran dos cuentas de color negro, la boca era grande y sin dientes pero con una prominente lengua roja, su piel era de color anaranjado amarillenta y tenia ese pelo vaporoso que parece seguir con más calma a los movimientos que hace la marioneta.
-"Timoteo, has cometido una falta muy importante! Se te ha olvidado saludar a todos los presentes el día de hoy, qué van a opinar de tu educación..."
-Contrarió  Torcuato a Timoteo, a lo que la marioneta abrió la boca por completo en claro ademán de sorpresa y desconcierto.
-"Pero si he saludado a todos los niños e incluso te saludé a ti Torcuato! ¿De qué´hablas o a quién te refieres?"
-Preguntó inmediatamente Timoteo.
-"¡No has saludado a nuestro amigo más grande en tooooodo el universo!"
-Replicó Torcuato con un tono mas bien ufano y dirigido realmente a los niños de la audiencia. Sin embargo, Timoteo falló en dar la respuesta correcta a la adivinanza de Torcuato y ante semejante falla y después de preguntar, ahora si, directamente a los pequeños espectadores quién faltaba de saludar y obtener esencialmente la misma respuesta que con Timoteo, no tuvo otra mas que replicar.
-"¡Pues nuestro eterno amigo Jesús! ¿Cómo pudiste olvidarlo, Timoteo? ...El nunca se ha olvidado de ti y aunque tu lo maltrates el te seguirá amando por siempre."

-Semejante error ha causado un desmallo a Timoteo quien yace en el suelo del escenario inconsciente. Algunos niños, los más adoctrinados, ya voltean a verse las caras y mencionar entre risas que a "Timo" siempre se le olvida saludar a Jesús.

Más adelante en la función, Timoteo le comenta a Torcuato que en la escuela ha aprendido que todos los niños son descendientes de los changos y que de hecho son primos directos de ellos y que por lo tanto somos simios también. Eso le causó un desmayo ahora a Torcuato quien después de recibir los gritos de "arriba, arriba" de los niños pudo incorporarse para poder "corregir" al "ingenuo Timoteo".

-"Pero Timoteo, eso es incorrecto. Eso es lo que los científicos y hombrecillos de blanco quieren que creas pero si piensas un poco, te darás cuenta de lo imposible que es que seamos simios...
Primero, deberías tomar en cuenta que según la Biblia, Dios nos creó a imagen y semejanza de él y el no es ningún chango!
En segundo lugar debes tomar en cuenta las probabilidades que deben ocurrir para que de todo el universo pudiera existir vida en este planeta y no en ninguno otro. Tu mismo, Timoteo, dime que es más probable que en tooooooooodo el universo este sea el único planeta en donde existe la vida y que esto fue un mero accidente o bien que un ser amoroso como Jesús nos haya diseñado a su imagen..."

Hace algunos meses redacté un artículo que hablaba sobre la comprensión del concepto del infinito y la importancia que tiene el poder comprender esos conceptos para poderlos aplicar en nuestra vida diaria. Si tuviera que escoger otro par de conceptos que fueran igual de importantes o incluso más que el concepto de infinito para un pensamiento crítico de la gente, son los conceptos de probable y posible. En mi opinión es muy importante dominar esos conceptos pues nos ayudan a establecer las espectativas de nuestra realidad.


En concreto, hablar de la posibilidad de algo es hablar en términos de blanco y negro, sin tintes de gris. Algo es posible o no y no existen medias tintas y cuando el caso es que no es posible entonces se define como imposible. Por ejemplo, La acción de volar agitando solo las extremidades superiores es una imposibilidad para los humanos y demás primates. Sin embargo, al cambiar el contexto a las aves entonces estamos hablando de una probabilidad. Hablar de probabilidad es hablar, ahora si, en términos de escalas de grises incluyendo al blanco y al negro.

En la vida diaria usamos las palabras probable y posible como intercambiables y nunca ponemos atención realmente a lo que significan o si tienen implicación en lo que entendemos. Desde las promesas de los políticos que hacen durante sus campañas hasta lo que percibimos en la calle al cruzarla o incluso al tratar de entender la realidad que vivimos es trascendental entender qué es probable y qué es posible. Por ejemplo, cuando nos preguntamos qué tan posible es que alguien se gane legalmente la lotería es simplemente incorrecto. Ahí estamos hablando de probabilidad; para que fuera posibilidad debería ser un escenario como: ¿Qué tan probable es que alguien que no compró ni tiene un boleto de lotería se la gane de manera legal?
Eso es incorrecto también ya que el problema a analizar es en términos de posibilidad.

La posibilidad es, entonces una cuestión con sólo 2 posibles soluciones, mientras que la probabilidad se expresa como un cociente o división de la ocurrencia de una configuración o situación especifica entre el universo de opciones posibles. Por ejemplo, en un dado de 6 lados, cada cara del dado tiene una probabilidad de salir sorteada de entre seis caras en total, es decir 1/6. 

Sin embargo el cálculo de probabilidades no es siempre trivial en todos los eventos. Por ejemplo en una tirada con 2 dados de 6 caras no todos los números tienen la misma probabilidad ya que se suman los resultados de los 2 dados al momento del sorteo; todo esto ademas de considerar que con un par de dados de seis caras no se pueden representar los 12 números, es decir, el número 1 no es una combinación posible con 2 dados de 6 caras. 
Cuando hablamos de probabilidad estamos obviando por consiguiente la posibilidad del evento. Sin embargo muchas veces podríamos pensar que cuando las probabilidades son muy bajas para que un cierto evento ocurra entonces lo podemos tachar de imposible, pero esto también es incorrecto. Si uno participa en un sorteo donde se tiene una probabilidad de ganar de 1/100 millones se dice que es altamente improbable que yo gane dicho sorteo. Sin embargo, si en ese sorteo hipotético todos los participantes tienen exactamente 1 boleto entonces todos tienen la misma "improbabilidad de ganar" y más aun, podemos garantizar que alguien saldrá ganador.

En la mayoría de ocasiones que he escuchado testimonios de fe y de la existencia de dios o incluso de la existencia de los milagros me he dado cuenta de quien me platica su experiencia paranormal confunde rotundamente el concepto de lo probable con el concepto de lo posible. Recuerdo cómo una vez una amiga de la familia relataba que su hijo más grande cuando tenía 3 años de edad les comentó a ella y a su marido que su hermanito, que ya venia en camino, iba a ser niño y no niña pues el lo había conocido cuando estaba en el cielo.
-"Qué otra explicación es posible aquí?!  Nosotros nunca le dijimos que el vino del cielo y ninguna de sus tías le dijo eso. Así que es imposible que el pudiera haber salido con esa idea por el mismo. Por lo tanto debe ser verdad!"

-No. A ver, este es uno de esos casos en donde ella está confundiendo lo posible con lo probable. Porqué es que ella no toma en cuenta que participa en los grupos de la iglesia y todo el día esta su familia inmersa en adoctrinamiento religioso. Las probabilidades de un niño que ya va a preescolar y está totalmente inmerso en cuestiones religiosas, de hilar y conectar ideas que ha escuchado a diestra y siniestra durante toda su corta vida en algo que para él tiene algún sentido son realmente altas. Todo esto, sin considerar, claro está, que la historia de ese evento ya contiene parte de la agenda de la madre pues cuando la cuenta la pone también en contexto.  Así que no es imposible y nada improbable que un niño adoctrinado repita las frases que escucha de sus padres.

Sin embargo, en el resto de las ocasiones la confusión es exactamente al revés, es decir confunden lo probable con lo posible. Un ejemplo claro es la creencia de un dios que es omnisciente y que al mismo tiempo otorgue libre albedrío a sus criaturas y éstas puedan hacer cosas que se salen de sus planes. Eso no es improbable; es imposible. La explicación está en que la definición de omnisciencia implica conocer absolutamente todo sobre todos los temas que existen, existieron y podrían existir en el futuro. Si existe un ser que lo sabe absolutamente todo entonces sabe perfectamente qué decisiones tomarán sus criaturas en cualquier momento determinado; cancelando así cualquier posibilidad de una libertad de decisión. En otras palabras, o es omnisciente o permite el libre albedrío, o blanco o negro. 

Calcular las probabilidades de cualquier evento implica saber plantear correctamente el problema de antemano y eso no es una tarea trivial y menos si no se tiene entrenamiento. Alguna vez leí algún articulo por parte de un autor creacionista que decía que las probabilidades que tiene la vida en la tierra de haber aparecido como es al día de hoy eran tan increíblemente pequeñas que eran francamente un verdadero salto de fe y que al final de cuentas dios presentaba una mejor explicación a todo. Sin embargo era muy claro el cómo planteó su caso probabilístico. Mencionaba que es igual de probable que un huracán pase por un montón de chatarra y ensamble por pura casualidad un avión de pasajeros.

Cuando alguien trata de acumular todas las probabilidades de todos los eventos que tienen lugar en la evolución de las especies como simples sumas está pasando por encima la naturaleza de cómo opera el proceso evolutivo. En el caso particular de la Teoría de la Evolución de las especies se hace por medio de mutaciones muy pequeñitas al paso de periodos de tiempo demasiado grandes como para que un humano las note de manera natural con el promedio de vida que tenemos hoy en día. 

Pequeños cambios en los diversos organismos los hicieron vivir o acoplarse mejor al entorno donde vivían y eso les permitió reproducirse y repetir el ciclo. Los cambios no necesitan ser muy grandes, solo deben ser lo suficientemente efectivos para lograr que ese organismo vivo logre dejar descendencia y heredar sus propio material genético.

Bajo esa óptica creacionista, cualquiera podría demostrar que cualquier evento en el universo es literalmente tan improbable que podríamos considerarlo imposible o milagroso. Tomemos por ejemplo el hecho de que tu, estimado lector, estas ahora mismo leyendo este artículo. Primero, tendríamos que calcular las probabilidades que existieron para que tu tomaras la decisión de leer al Apóstata Solitario y no a cualquier otro blog en éste preciso momento y no en ningún otro momento de tu vida. Luego habría que considerar las probabilidades que existen de que blogger.com no tuviera una falla en el preciso instante en el que tu decidiste ponerte a leer. También, habría que considerar el hecho de que tus padres decidieron tener un encuentro sexual y no con nadie más en el mundo. Las probabilidades que existieron entre la unión de ese especifico esperma con ese óvulo en particular también son astronómicamente grandes; y todo sin considerar que cada uno de tus átomos  y partículas subatómicas son tan pequeños y se mueven a una velocidad tan grande que para calcular su posición con respecto a un marco de referencia se hace por medio de regiones de probabilidad equipotencial. En otras palabras es tan altamente improbable que estés ahí, donde estás, leyendo algo que es increíblemente improbable que yo escribiera. Ahá, pero no imposible pues aquí estamos, yo escribiendo y tu leyéndome y todo eso ocurre con la mayor naturalidad y cotidianidad.

¿Qué pasó entonces?
Existe un principio de correlación entre eventos que ayuda a determinar cuáles variables si intervienen en un evento determinado que queremos analizar y cuáles variables simplemente no tienen una injerencia real en las probabilidades que queremos calcular. Cuando no hay correlación entre un par de eventos no importa cuanto varíe el primero con respecto del segundo eso no afectará las probabilidades de ninguno de los dos. 

De esta manera podemos también explicar nuestra posición de ateos. Las probabilidades de que exista una deidad que decidió crear todo el universo dependen directamente en la posibilidad de que algo pueda existir fuera del universo para luego decidir crearlo y también dependen de la probabilidad que tenía ese "algo" de decidir crear este universo en especifico y no ningún otro. Desafortunadamente para los creyentes la primera parte está definida en términos de posibilidad  y ésta no se ha podido definir ni estimar, ni si quiera plantear o estudiar de manera coherente así que sigue siendo una incógnita. Si la pregunta es en términos de la posibilidad de que esa deidad sea omnipotente, omnipresente y omnisciente, entonces la respuesta es sencilla, es imposible pues esos 3 atributos son contradictorios entre si.

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