jueves, 27 de enero de 2011

Una extraña obsesión

"Oremos."
-Dijo el sacerdote en turno mientras levantaba los brazos abiertos por encima de la altura de su frente. Mientras tanto y cada quién en su asiento 200 personas que le observan, o al menos fingen convincentemente observarlo con mucha atención, se ponen de pié causando un ligero barullo.
"Padre nuestro que estás en los cielos..."
La concurrencia entonces comienza a repetir lo que dice el cura pero curiosamente el volumen de las voces de la multitud no sobrepasa aquél del sacerdote. Todo es monótono, no parecieran tener cambios de ritmo, volumen o velocidad. Es como si fuera un conjuro para causar el trance de la audiencia por medio del sueño o la flojera. Todos repiten, sin mucho pensar, sin mucha uniformidad. Hay quienes se toman de las manos, otros que solo levantan las manos, otros que solo murmuran entre dientes lo que el sacerdote recita de memoria y otros de plano solo mueven la boca con el afán de cumplir con la mímica que es evidente para los que pudieran estar cerca pero que el mismo murmullo monótono lo cubre como si fuera camuflaje auditivo. No falta, claro está la madre o padre de familia que corrige al niño pequeño:
-"Levante los brazos más rectos, m'hijo!"
-"¡Párate derecho!"

Cientos o incluso miles de veces uno es testigo de estos escenarios que no son exclusivos de ninguna religión en particular. ¿Pero porqué los padres corrigen a los hijos en cómo deben estar postrados en oración? Es decir, qué efecto tiene la oración o rezos que hace la gente en Dios si al final de cuentas éste último ya tiene todo el poder que podría desear. ¿Dónde radica la diferencia entre hacer oración parado, sentado o hincado con la frente apuntando hacia la Meca?

Al parecer la potencia de cada palabra que se murmura o dice de manera "correcta" puede ser disminuida o potenciada, según sea el caso, por la postura corporal del orador o su posición geográfica e incluso hasta la dirección en que lo hace.

Desde que dios es Dios (o en su defecto dioses) parece que hemos perdido de vista la extraña obsesión que las deidades tienen por los rezos. Todas las historias de torcedura divina que están en todos los libros sagrados parecen tener, al final de cuentas, un formato de contrato al que uno se debe de apegar. El contrato esencialmente dice: Si tu aceptas darme toda tu devoción, me dedicas tu vida, me dejas esculcar tu mente en búsqueda de pensamientos que yo mismo defina como inapropiados y me otorgas la exclusividad de lo anteriormente estipulado entonces yo, la deidad, me comprometo a mantener las mismas estipulaciones por toda la eternidad con la diferencia de que te tendré "físicamente" cerca. La segunda cláusula del contrato es más sencilla que la primera pero no por ello mejor: De hacer inválida la primera cláusula serás condenado al fuego del infierno por toda la eternidad.
-"El libre albedrío en todo su apogeo".

Mucho se ha hablado sobre las supuestas bondades que tiene la meditación u oración, que francamente creo son debatibles por la metodología que fue utilizada al momento de sacar esos resultados y otros detalles que no tocaremos hoy aquí pero no se toca tanto los motivos de la construcción de dicho contrato.
¿Qué motivación tiene la deidad para crear semejante torcedura?
¿Qué posible beneficio podría tener un dios que posee ya la omnipotencia?

Cualquiera que vea con ojos nuevos este problema podría pensar que el interés de la deidad es causada por un problema de alimentación, cómo si se alimentara de los rezos de la gente. De ser esto cierto entonces podríamos hacer una serie de conjeturas muy interesantes.

Si dios se alimenta de los rezos de la gente entonces se puede entender una co-dependencia entre Dios y sus creyentes en donde mientras más creyentes y adeptos haya rezando más poder tiene esa deidad. Pero, ese no es el único lado que tiene esa moneda. También podríamos entender que exista una motivación de Dios por presentar evidencias irrefutables de su existencias que le garanticen la devoción y su dosis diaria de oraciones. Pero eso realmente no se parece a cómo se dan las cosas en la naturaleza.

Qué tal sí, por el otro lado fuera el mismo dios el que se encuentra con una realidad: La gente reza mas fervientemente cuando esta sufriendo que cuando está contenta. De ser eso así entonces podríamos esperar que las desgracias fueran al por mayor para la gente y, ahora si, todos desesperados que vengan las oraciones más potentes, constantes y sonantes.

Peor aun, si pensamos que el curso de la vida en este planeta ya es de por si complicado así que si la deidad usa un poco su omnisciencia podrá darse cuenta de que no necesita levantar ni un dedo en nuestra realidad para que las tragedias comiencen a ocurrir por si mismas, sequías, inundaciones, hambrunas, terremotos, guerras, etc. Imagínate, la paga es recibida sin necesidad de trabajar por ella.

Afortunadamente para algunos o desafortunada mente para el resto, un dios que no tiene injerencia en la realidad es indistinguible de un dios inexistente así que podemos poner esta última inferencia en el mismo estante a donde pertenecen los mitos e historias de milagros. Es decir, lo que nos ocupa es tratar de entender cuál es este maldito afán de permanecer con una estructura de conjuros que simulan tener una conexión directa con algo indistinguible de lo inexistente. Para esto nos tendremos que remontar por un momento en el pasado de la raza humana. Por las épocas en las que la palabra escrita aun estaba lejos de ser inventada como medio de documentación. En ésas fechas, los humanos tenían necesidades imperantes de supervivencia diaria. Viven en la incertidumbre que es saberse menos poderosos que cualquiera de sus fuentes de alimento. La agricultura estaría simplemente aun muy lejos. Estos pocos humanos están literalmente a merced del entorno que los rodea.

El entorno es entonces lo que se encarga de filtrar las buenas estrategias de supervivencia de las menos efectivas. Y siendo el humano un animal al que le ha favorecido ser un buen detector de patrones en la naturaleza, es sencillo asumir que la mente humana busque patrones en todo lo que se le ponga por enfrente. De esa manera esos humanos encontraron un patrón que les favorecía al trabajar en equipo con ciertas estrategias que con otras menos efectivas. Sin embargo, la evolución es un mecanismo pragmático; solo filtra las buenas características de las que son causantes de desventajas de supervivencia y no es un mecanismo de búsqueda de soluciones óptimas.

Así entonces, tenemos un humano que tiene la capacidad de buscar patrones en su entorno pero que de los patrones que detecta o estrategias que estos generan a su vez no son siempre óptimos. Es decir, si un patrón detectado se convierte en una estrategia de supervivencia con, digamos, 10 pasos individuales y el resultado es una supervivencia exitosa entonces los pasos que pudieran ser eliminables o mejorables resultan ser evolutivamente irrelevantes ya que con esos 10 ya se garantizó la propagación de ese patrón.

Es bien conocido que en la prehistoria los humanos solían tener rituales que consistían en pintar las siluetas de los animales que estaban a punto de cazar con la idea de convocar el espíritu del animal y así tener éxito en la cacería. Esta estratégica contiene pasos evidentemente innecesarios pero que resultaron ser incluidos de todas formas.

Una vez terminada la cacería algunos humanos sintieron alguna sensación de agradecimiento o tranquilidad por haber tenido éxito. Algunos se felicitaron entre ellos por el buen trabajo en equipo, otros bebieron la sangre llena de adrenalina de la presa recién capturada y sintieron la aceleración en el corazón y se sintieron más fuertes, otros se portaron solemnes y se reconocieron como parte de la naturaleza y reconociendo su posición en la cadena alimenticia dieron gracias al animal por dejarse matar y ser comida, ya que ellos también lo serían algún día en el futuro.  Así, esos actos aleatorios, ya sea causados por la adrenalina del momento o por un exceso de la misma al beber la sangre del animal o causados por encontrarse a ellos mismos como parte de un supuesto patrón más grande que ellos y que los incluía solamente como una pequeña pieza más en un gran rompecabezas alimenticio, esos humanos adoptaron esos actos como parte de su estrategia para sobrevivir.
¿Tenían razones para incluirlos? - Si.
¿Eran indispensables en la supervivencia? - Es difícil determinarlo, ya que después se convirtieron en estructuras más complejas que generaban cohesión entre los miembros del grupo de cacería.

Algunos de esos cazadores se hicieron demasiado viejos como para cazar pero no como para enseñar a los jóvenes todas las técnicas de caza. Esas enseñanzas tenían, sin más remedio, que incluir esas supersticiones que ciertas o no ya eran parte del ritual. Algunas tribus inventaron seres fantásticos que les ayudarían en sus empresas y otras inventaron deidades que exigían respeto a los ritos que durante años habían "comprobado" su efectividad logrando la disciplina de los jóvenes.

En algún punto del tiempo esas deidades, creadas a imagen y semejanza de los hombres se salieron de control para ponerse por encima de sus creadores.En algún punto hubo la necesidad de controlar aldeas demasiado grandes y fueron necesarias metodologías más drásticas para lograr sinergia y cohesión. Las religiones entonces asomaron la nariz en la historia humana. Se crearon los conceptos de sagrado y sacrificio que están presentes en absolutamente todas las religiones.

Y con todo lo anterior es menos difícil entender de dónde vienen las religiones pero no el origen del rezo compulsivo. Si el dios al que le rezan es omnisciente, entonces ya sabe lo que pedirás y sabrá que consecuencia tendrá y si el considerara que el cumplir esa petición fuera adecuado entonces no lo hubiera hecho ausente desde el principio; lo que convierte en fútil el intento de pedir nada. Por el otro lado, si los que rezan lo hacen por fe son entonces incongruentes pues el que tiene fe es quien cree en algo sin la más mínima evidencia a favor e incluso con evidencia en contra, lo que demuestra su completa falta de necesidad de rezar pues ya sabe de antemano que todo esta dicho y hecho " a la buena de Dios". Y, por último, si el que reza es por no tener fe; entonces es incoherente más que incongruente. Ya que no cree en que los resultados le favorecerán desde un principio.
¿Acaso intenta cambiar la voluntad de su Dios?
-¡Vaya soberbia!
En todo caso, es completamente palpable la extraña obsesión que despliegan, sin el más mínimo pudor, los dioses modernos; quienes reclaman oración y tributo a diestra y siniestra. Como si su alimento estuviera constituido de sufrimiento, desesperanza y frustración. Ellos comen mientras, los que aun creen, les proporcionan música ambiental, producto de todas las alabanzas, rezos y plegarias de todo el mundo todo el día.
Me pregunto de quién será realmente la obsesión entonces. ¿De Dios o del hombre?

miércoles, 19 de enero de 2011

La paja en el ojo ajeno...

Qué mejor manera de iniciar el año que iniciarlo quejándose de la falta de moral que según nuestro "sabio cardenal" es causante de todos los problemas que México tiene. Este pasado primero de Enero el Cardenal Juan Sandoval dio su sermón, como es costumbre, plagado de simplismo y criticas vacías. Según él hay 3 culpables que han permitido proliferar a esta falta de moral; los primeros 2 causantes los pone en duda pero el último lo asegura con una vehemencia que solo deja ver el nivel de conocimiento que tiene sobre la situación del país.
El primer causante, tentativo, es la familia. Según él porque ya no cumple con su papel de educar a los hijos. Me pregunto si en su retórica realmente se ha puesto a investigar sobre lo que habla. Aun no me queda claro porqué es que los líderes religiosos se empecinan en convencer a su ya de por si enajenada audiencia de que el estado, el país o el mundo completo se esta yendo al infierno de manera irremediable. Mientras más lo veo más parece que son ellos los que realmente prefieren la destrucción de todo.

No es que yo esté convencido de que si el país o el mundo entero no está completamente podrido entonces por consecuencia todo esté absolutamente correcto y perfecto, claro que no. ¿Pero porqué irnos siempre a los extremos? ¿Porqué han de pintar las cosas blanco o negro, estas conmigo o en mi contra?
La realidad está pintada con toda la gama de colores que existen y no solamente con blanco y negro. La realidad es que si todas las familias ya no cumplieran con el papel educativo de los hijos la situación sería absolutamente insostenible y el país entero se hubiera extinguido automáticamente en tan solo una generación.

Cierto, hay enormes problemas de inseguridad y violencia en México que tienen carácter urgente y determinante para la seguridad nacional (y a titulo personal no creo que la estrategia que escogió el gobierno para resolver el problema es la indicada) . Pero eso no quiere decir que el país este en revolución absoluta; incluso no quiere decir que estemos en un camino sin regreso. Aún hay muchísimas empresas que están volteando a México como un país digno para invertir o poner sus empresas. Pintar a la realidad a manera de escándalo es igual de inconveniente que minimizar los problemas que existen.

¿Entonces qué gana Sandoval al pintar todo de apocalipsis? Bien dicen los economistas, si quiere uno entender porqué alguien se comporta como se comporta hay, primero, que preguntarse dónde esta el incentivo oculto. He aquí una sencilla hipótesis:
En la época en la que el cardenal nació y bajo el contexto en el que él se crió, era muy común que los padres de familia condicionaran el comportamiento de los niños con castigos e historias que los asustaban con respecto de las cosas "no aceptables" y el comportamiento aceptable simplemente pasaba inadvertido. En otras palabras, "Si te portas mal el Diablo va a venir y te llevará..." No se requiere ser un científico para asumir que esta misma doctrina conductista sea la que prevalece en el cardenal. Sin embargo ese tipo de educación ha dejado evidencia muy clara de que genera personas guiadas por el miedo al castigo en lugar de ser guiadas por la razón.
-¿Me pregunto qué pasa con alguien que es criado con el miedo como guía  y un día se vuelve muy poderoso?

El segundo causante tentativo de los problemas en México es la misma iglesia.
¡¿Qué?!
-Si, pero no es de sorprenderse que el cardenal la ponga como causante "tentativo"- Más sabe el Diablo por viejo que por Diablo. En lo que pareciera una critica sincera de parte del cardenal hacia su propia organización realmente lo hace como una forma de preparar el entorno para introducir al verdadero causante de los problemas, logrando de esa manera disculpar a la iglesia en su falta de efectividad y alcance; como si realmente la iglesia católica no tuviera un alcance inmenso.

Esto nos deja con el causante principal de los problemas en México y el culpable aparentemente favorito del cardenal. El Estado. Resulta ser culpable ante los ojos cerrados, mente obtusa y amnesia selectiva del cardenal porque es el estado quien se "ha encargado de sacar a Dios de la vida pública y de las escuelas" con el aparente único propósito de no tener moral y proporcionar una visión materialista.Y es aquí donde se agolpan las objeciones que tengo en contra de la opinión de este señor que literalmente cree que la virgen le habla.
Empecemos con el hecho de que es trabajo del estado seguir y hacer respetar las leyes, reglas y disposiciones que se han establecido en el país. Eso que el cardenal considera como "sacar a Dios de la vida pública y de las escuelas" no es otra cosa mas que respetar la separación entre iglesia y estado estipulada en la constitución mexicana; documento que por cierto todos los mexicanos estamos obligados a seguir, nos guste o no. Por ponerlo en palabras más claras, si no le gusta nuestra constitución, cardenal, puede ir empacando sus cosas y dejar el país cuanto antes. Tal vez lo reciban con mejor actitud en algún lugar en donde no se aprecien las ventajas de un estado laico o educación laica.

Ahora, no todo esta perdido en México, cura. Aun tiene usted otro camino que podría resultar bueno si a usted no le gusta la ley de la nación que lo vio nacer. Puede renunciar a su puesto como príncipe de la iglesia católica y para todo efecto renunciar como sacerdote de una religión y como uno más del montón tratar de cambiar el rumbo del país como todos nosotros lo hacemos a diario. Sin túnicas, ni deidades que le den poderes supernaturales, sin el respaldo amedrentado de los borregos de su rebaño y, más importantemente, sin esa fatua aura de santidad con la que se rodea y que lo ha mantenido falsamente limpio aun y cuando usted se sumerge y regodea entre gente corruptamente poderosa como usted.

Lo que me llama la atención de su abierta critica sobre el origen de los problemas del país es que, según usted, son causados por una falta de moral. ¿Acaso no considera usted comprarse primero un espejo y tratar de ver si su misma organización con todo y usted dentro son causantes de esta misma falta de moral y corruptelas? A mi no se me olvida que en 1996 se abrió una investigación formal porque sus cuentas bancarias eran sospechosas de lavado de dinero. Usted era muy cercano al padre Maciel durante la época en la que él violaba niños y que es ahora usted uno de los creadores del centro de "rehabilitación" para curas con aflicciones psicológicas llamado Casa Alberione. Es en este centro en donde se mandaban a los sacerdotes pederastas para ser rehabilitados en lugar de ponerlos a disposición de las autoridades y denunciar sus asquerosos crímenes. Era usted mismo junto con Maciel quienes teniendo investigaciones abiertas con la PGR por desfalcos fiscales fueron encontrados culpables y se le fueron revocadas las operaciones de la casa de apuestas Cesta Punta, S.A. Y fue usted quien "maició" a la PGR para que no ejercieran acción penal en su contra.

¿Dígame entonces de qué moral habla, cardenal?
Si es usted el primero en saber que en México los narcotraficantes van y se confiesan con los curas de quien usted es su líder. Usted podría asestar un golpe tremendo a la problemática en la que México está sumido. Pero claro, es mucho más fácil ver la paja que hay en el ojo ajeno y no ver la enorme roca que hay en el propio.
De qué diantres sirve que usted tenga una licenciatura en filosofía y un doctorado en teología si usted esta igual o más podrido por dentro que los mismos narcotraficantes; después de todo usted fue criado en un "entorno cristiano" y desde los 12 años de edad esta inmerso en toda esta maraña de mentiras que usted llama religiosidad y que considera como el único camino a la paz.

Es evidente que usted se jacta de sentirse iluminado y que se sabe hasta ahora intocable por todos los que aun creen que usted tiene un teléfono rojo para hablarle a Dios, hasta ahora. Sin embargo espero que con este artículo cada vez sean más los que nos damos cuenta de lo corrupto que es usted y el tamaño de araña que se oculta tras el altar y el mito de lo invisible. También es evidente su desconocimiento de las leyes o, en su defecto, la flagrante vehemencia con la que usted viola la ley y nuestra constitución. Si usted se tomara la molestia de leer el artículo 130 de La Constitución Mexicana se podría dar cuenta la frecuencia con la que usted agrega un crimen más a la lista:
Artículo 130. El principio histórico de la separación del Estado y las iglesias orienta las normas
contenidas en el presente artículo. Las iglesias y demás agrupaciones religiosas se sujetarán a la ley.Corresponde exclusivamente al Congreso de la Unión legislar en materia de culto público y de iglesias y agrupaciones religiosas. La ley reglamentaria respectiva, que será de orden público, desarrollará y concretará las disposiciones siguientes:
a) Las iglesias y las agrupaciones religiosas tendrán personalidad jurídica como asociaciones
religiosas una vez que obtengan su correspondiente registro. La ley regulará dichas asociaciones y determinará las condiciones y requisitos para el registro constitutivo de las mismas.
b) Las autoridades no intervendrán en la vida interna de las asociaciones religiosas;
c) Los mexicanos podrán ejercer el ministerio de cualquier culto. Los mexicanos así como los extranjeros deberán, para ello, satisfacer los requisitos que señale la ley;
d) En los términos de la ley reglamentaria, los ministros de cultos no podrán desempeñar cargos públicos. Como ciudadanos tendrán derecho a votar, pero no a ser votados. Quienes hubieren dejado de ser ministros de cultos con la anticipación y en la forma que establezca la ley, podrán ser votados.
e) Los ministros no podrán asociarse con fines políticos ni realizar proselitismo a favor o en contra de candidato, partido o asociación política alguna. Tampoco podrán en reunión pública, en actos del culto o de propaganda religiosa, ni en publicaciones de carácter religioso, oponerse a las leyes del país o a sus instituciones, ni agraviar, de cualquier forma, los símbolos patrios.
Queda estrictamente prohibida la formación de toda clase de agrupaciones políticas cuyo título tenga alguna palabra o indicación cualquiera que la relacione con alguna confesión religiosa. No podrán celebrarse en los templos reuniones de carácter político. 
La simple promesa de decir verdad y de cumplir las obligaciones que se contraen, sujeta al que la hace, en caso de que faltare a ella, a las penas que con tal motivo establece la ley.
Los ministros de cultos, sus ascendientes, descendientes, hermanos y cónyuges, así como las
asociaciones religiosas a que aquellos pertenezcan, serán incapaces para heredar por testamento, de las personas a quienes los propios ministros hayan dirigido o auxiliado espiritualmente y no tengan parentesco dentro del cuarto grado.
Los actos del estado civil de las personas son de la exclusiva competencia de las autoridades
administrativas en los términos que establezcan las leyes, y tendrán la fuerza y validez que las mismas les atribuyan.
Las autoridades federales, de los estados y de los municipios tendrán en esta materia las facultades y responsabilidades que determine la ley.
Así que cada que usted abre la boca en misa para oponerse a las leyes del país esta cometiendo actos que van en contra de la ley. Insisto una vez más, cardenal, es muy fácil para usted oponerse a una educación y estado laico pero eso es porque usted o es muy superficial o porque es moralmente corrupto e incapaz de ponerse en los zapatos de los demás que no compartimos su visión de la realidad. Le apuesto a que no le gustaría en lo mínimo que un día México se convirtiera en una nación predominantemente protestante o musulmana y no existiera la separación entre religión y estado. Sería el primero en rasgarse las vestiduras y que le permitieran libertad de culto. Donde la semana santa y demás festividades no solo fueran minoritarias sino que fueran prohibidas por ser falsas y estuviera obligado a participar en el Ramadán o cual quier otra celebración.
Es una absoluta lástima que sea usted quien detente semejante poder en nuestra nación. Porque su escala moral está totalmente descompuesta cardenal. Usted pertenece a otra realidad y otro tiempo, no a este. Usted vive entre vírgenes, ángeles y demonios que le hablan cuando nadie lo ve. Usted es quien obstaculiza el avance de mi querida nación que está enferma pero aun tiene mucha lucha. Usted es el virus que enferma y después se viste de medicina.Usted es la roca que todos sus fieles creyentes tienen en los ojos y que no les deja ver más allá

Referencias: Artículo