jueves, 7 de julio de 2011

El precio de la caridad

Detente, mira a tu alrededor y pon atención. Mira hacia las zonas pobres cercanas a donde vives o que conoces. Verás que la gente a veces no tienen calles afuera de sus casas, otras veces las casas no están ni siquiera terminadas y muchas otras veces la gente no vive ni si quiera en casas sino en montículos de cartón con forma de choza; entre la basura y miseria. Mira con más atención a la zona, no hay hospitales ni los servicios que son tan obvios para el resto de la sociedad y aún así verás que hay algo que prolifera ahí, que no trata de mimetizarse entre los escombros. Por lo general, será el edificio más caro de la zona o al menos será el mejor cuidado. Ese edificio será decorado con muertos y ensangrentadas imágenes y esculturas de un hombre agonizando o, en su defecto, será decorado con oro, techos altos, imágenes míticas y ambientado con una iluminación tenue y olor a incienso quemado.

¿Porqué siempre las iglesisas de cualquier religión tratan de infectar siempre al más pobre e indefenso?
¿Porqué dicen que la religion ayuda a la sociedad y cuando en las zonas pobres llega la religion nunca se ve un avance real en la sociedad?
Las religones manejan cantidades muy grandes de dinero y podrían lograr una verdadera simbiosis en la comunidad que "infectan" y hacerla prosperar pero hay mucha evidencia de lo contrario por todos lados. 
Uno debería esperar que alguna empresa que llega con tanto dinero como la Iglesia causaría una derrama económica tan fuerte en ese lugar que sería inevitable querer vivir cerca de una iglesia pero eso dista mucho de la realidad.

La importancia que tiene entender cuál es el papel que juega la Iglesia Católica y el resto de las religiones, entendidas como organismos, es crucial si es que pretendemos conseguir un cambio real en nuestra sociedad y que dicho cambio logre avances de verdad. De qué otra manera podríamos aspirar a un cambio real en el cómo deberían funcionar las cosas si no obtenemos una perspectiva de cómo funcionan hoy; qué huecos hay en el sistema actual y qué cosas podemos mejorar o incluso eliminar.

Las religiones modernas tienen el propósito "oficial" de proveer de un marco de soporte y organización social que dan cobijo, seguridad, estructura y acompañamiento psicológico ("espiritual") e incluso un sentido de trascendencia y propósito a sus adheridos. Podemos debatir largo y tendido sobre si ese propósito es o no ese en realidad pero el verdadero interés mio es el de someter a escrutinio las afirmaciones que las mismas organizaciones religiosas como la Iglesia Católica hacen cuando son confrontados con la pregunta: ¿Qué hace la iglesia con el dinero que recauda?
Aquí, intentaré poner a prueba la lógica con la que se explica el ejercicio del dinero por parte del organismo que lo recauda, administra y literalmente se santigua; alegando que los destinos que tienen sus recursos económicos son "bien gastados".

La edición de la revista "The Economist" del pasado mes de Agosto del año 2007 mencionó, palabras más, palabras menos, que el Vaticano debería renunciar a ese trato diplomático especial y aceptar que son la ONG más grande del mundo. Otros han opinado que deberían vender todas sus riquezas y cumplir de una vez por todas con esa misión de terminar con la miseria del mundo. Esas opiniones han movido las fibras más sensibles del catolicismo y sus inconformidades no se esperaron en aparecer, alegando que todo lo que se hace con el dinero del clero es correctamente destinado y justificado en su ejercicio.

Es más, subamos un poco más las apuestas y afrontemos que muchos de los que son creyentes afirman sin titubear que una de las cosas que más salva a las religiones es que hacen muchas obras de caridad y que por tanto son una fuerza de bien en el planeta. La apuesta entonces está en comprobar que eso sea cierto usando los mismos métricos y parámetros que ellos ponen para evaluar y medir el tamaño del esfuerzo que hacen. En concreto, si una organización X menciona que su misión principal es ayudar al desvalido y a los pobres entonces sus acciones deberían ir alineados en congruencia y con el objetivo de cumplir con la misión.

Antes de continuar con nuestro análisis y escrutinio de las acciones religiosas en torno a obras de caridad, debemos tener varias consideraciones que si bien son sencillas, muchas veces desafían el sentido común. Por ejemplo, está el hecho de que no hay una relación lineal entre el esfuerzo que hay para repartir un recurso R entre un grupo de personas y el esfuerzo requerido si aumentamos el número de personas que pertenecen al grupo. Es decir, repartir 1 millón de Dólares entre 2 personas es más fácil que repartir ese mismo millón entre 500,000 personas. La razón es porque dar un cheque de medio millón a cada una de las 2 personas sólo requiere 1 persona escribiendo 2 cheques y posteriormente dándoselos a cada beneficiario. Por el otro lado, repartir cheques de 2 dólares a medio millón de personas implica otros medios de distribución, gente que organice a los beneficiarios y personas que controlen los fondos. En otras palabras, requiere de más infraestructura.

Otra consideración es que una medida de ineficiencia es cuando la estructura de reparto de recursos a los beneficiarios es más costosa que los recursos que se reparten. Digamos que en dicho caso es necesario hacer cambios estructurales. Con relación al ejemplo antes mencionado sería equivalente a querer repartir ese mismo millón de dólares entre el medio millón de beneficiarios y descubriéramos que la sola infraestructura de distribución consume $600,000.00 dólares del fondo de 1 millón a repartir.

La última consideración será que tomaremos como base las finanzas de la iglesia Católica pues resulta ser la religión predominante y más organizada en México. A partir de esa base podremos intentar extrapolar esas situaciones con otras religiones menos populares para meterlas en un escrutinio similar que saque a la luz qué tanto cumplen lo que dicen hacer.

Primero hay que responder cuánto dinero es lo que recibe la Iglesia Católica como organismo. Para ello tenemos que entender cómo funcionan las finanzas del organismo central. En el Vaticano, las finanzas se dividen en 2 partes, las finanzas de la Santa Sede y las finanzas del Vaticano como ciudad. Las finanzas de la Santa Sede son las que se utilizan para cubrir todas las actividades de la "Curia Romana", es decir, el gobierno "supranacional" que ejerce el Vaticano sobre todos los católicos. Los ingresos que tiene la Santa sede también tienen distintas procedencias, la principal de ellas pertenece a las aportaciones que hacen los católicos a manera de donaciones, aportaciones o "limosnas" y las aportaciones que hacen las instituciones religiosas que comprenden el "Óbolo de San Pedro".El ingreso en segundo lugar proviene de las diócesis que están distribuidas por todo el mundo y por último, el tercer ingreso lo proporciona el "Banco del Vaticano" que tiene como nombre oficial, Instituto para Obras de Religión.

Así entonces tenemos que los ingresos reportados durante el año pasado (2010) son como siguen, en números redondeados:

  1. Limosnas, aportaciones y Óbolo: +245 millones de euros.
  2. Diócesis:                                     +27 millones de euros.
  3. Banco del Vaticano:                    +55 millones de euros. ( donados directamente al Papa)
Todo sumado tiene un total de más de 327 millones de euros. de los cuales se ejercieron (gastaron) en ese mismo periodo un total de 235 millones de euros. Por el otro lado la ciudad del Vaticano reportó durante el año pasado ingresos  por 255 millones de euros, de los que gastó solo 234 millones de euros.

Ahora bien, de esos 235 millones de euros que fueron ejercidos por la Santa Sede la pregunta sería: ¿En qué se gastó el dinero?
Según diversos artículos sobre las finanzas de la Iglesia Católica los principales rubros de ejercicio comprenden, y en ese orden también:
  1. Sostener al Clero y sus ministros
  2. El ejercicio del apostolado en todas sus formas y ámbitos
  3. Mantener el culto y actividades religiosas, como son las reparaciones y mantenimiento de edificios y templos y los sueldos de todos los empleados que trabajan en esas actividades.
  4. Acciones pastorales, caritativas, formativas y de promoción social. ( Cabe hacer notar que la caridad es sólo una parte del cuarto punto y que se considera como lo mismo que formar, promocionar y organizar)
También cabe mencionar que el dinero que es directamente donado al Papa queda en absoluta disposición de él sin tener que rendir cuentas dentro de este mismo estado financiero, es decir más de 55 millones de euros tendrían un destino incierto al que los administradores del Vaticano aseguran que también destina una parte a caridad. Quiero insistir en que las acciones de caridad llevan la intención de promocionar la fe católica que a final de cuentas implicaría un aumento de adeptos y por consiguiente ingresos más grandes para la Iglesia.

Mientras los defensores del Vaticano siguen intentando justificar a toda costa la forma y ejecución del dinero que reciben por parte de la gente que cree en ellos, son ellos mismos quienes se vanaglorian y alardean de ser  quienes más hacen en obras de caridad. Pero seamos sinceros, si cada obra que hacen lo hacen con las miras de retribución en número de adeptos entonces podemos darnos el permiso de comparar al Vaticano con cualquier otra organización que haga donativos y que busque también llevar agua a su molino. Qué mejor ejemplo que el reciente desastre en Japón.

Según un artículo publicado en ACI Prensa, el Vaticano donó a la "Conferencia de Obispos Católicos de Japón" la increíble cantidad de $100,000.00 dólares con el objetivo real de que fueran distribuidos entre las diócesis más afectadas por el desastre. Por el otro lado encontramos que Walmart hizo una donación de 5 millones de dólares. Si, Walmart, una cadena de mercados que es criticada y cuestionada por sus maltratos a empleados y que bien podría haber hecho la donación directo a la sola reconstrucción de los Walmarts dañados o destrozados en las zonas más afectadas. ¿Y si así hubiera sido? Aun así es mucho mejor que los damnificados japoneses tengan más empleos y dónde comprar comida que la alternativa nihilista propuesta por el Vaticano. En el caso de los donativos para ayuda a Japón Walmart es el cabús en la lista, muy por encima están países como Australia que donó 10 millones de dólares, a demás de donativos en personal y equipo, e incluso personas individuales que hacen ver al Vaticano como una hormiga. 
¡Vaya concepto de caridad!

¿Y qué tal ayuda para Haiti?
Papa: 100 mil euros
República de Botswana: 1.1 millones de dólares.
Brad Pitt + Angelina Jolie: 1 millon de dólares

Y aún así existen defensores de la administración de la Iglesia Católica que juran que el Papa es pobre pues el no es dueño del castillo donde vive, come y duerme por todos los días de su vida hasta que muera. Mencionan que las iglesias tapizadas con oro de pared a pared son realmente "casas abiertas para que los pobres no sientan tanto la miseria pues a ellos las puertas están abiertas y no se les cobra la entrada". Aseguran que los templos son necesariamente así de grandes pues es una forma que tienen los pobres de demostrarle a Dios la importancia que tiene en sus vidas. 

Pero entonces a esos católicos la fe no solo les nubla la visión con respecto de sus deidades. También les ha dejado ciegos e incapaces de ver que les están jugando el dedo en la boca. Si ellos justifican las acciones que hacen con ese velo de caridad y se auto proclaman una fuerza positiva de bien en el mundo entonces qué hay de las organizaciones extremistas musulmanas que garantizan cobijo económico vitalicio para los familiares de un talibán suicida. ¿O qué tal el caso de las filas de la juventud Nazi a la que perteneció Ratzinger; quienes daban educación, instrucción y estructura a los jóvenes arios? Qué hay de las comunidades cristianas en África del sur donde apoyan con educación y víveres a los que aporten su diezmo, pero los que no entonces son difamados con la maldición de tener una bruja en casa que pueden ser sus mismos hijos a quienes obligan a matar o mutilar, so pena de castigo divino. 

Es muy complicado calcular cuánto dinero realmente destina la Iglesia católica a obras de caridad pues ellos mismos tienden a cambiar la definición de "iglesia" a su antojo; pues en unos momentos pueden referirse a las acciones directas del Vaticano y al momento siguiente, si un católico independiente hace una obra de caridad entonces usan la definición de que la Iglesia esta comprendida por todos los creyentes.

Sin embargo, lo que si es claro es que no es de incumbencia primaria el hacer obras de caridad por encima de la misma estructura eclesiástica y siempre se hacen obras en donde el interés motivador es captar más adeptos. Por eso no se hacen las donaciones directo a los gobiernos que pueden lidiar con la problemática del lugar o la gente; en lugar de eso se establecen estos auto denominados "gobiernos supranacionales" que no son otra cosa que una extensión del gobierno mismo de Vaticano y también de sus intereses.

¿Y aún se preguntan muchos qué tiene de bueno un gobierno y educación laica?

Referencias: